Sacco y Vanzetti: Descansen por siempre aquí en nuestros corazones.


La finalidad de esta publicación no consiste en hacer juicios ni valoraciones sobre la ideología de los protagonistas, ni sobre su práctica anarquista, sino destacar la lucha por las libertades y la justicia, las lecciones del caso Sacco y Vanzetti, y el legado de sus protagonistas.

Tampoco vamos a emitir juicio sobre su culpabilidad o inocencia, cuestión sobre la cual, cien años después, aún no existe una definición objetiva. Y quizá nunca la tengamos, por un hecho que sí es incuestionable: la ausencia de un juicio justo. 

En torno a esa realidad, reconocida por sectores académicos, juristas, tanques de pensamiento, actores políticos, instituciones y organizaciones internacionales, y por el común de las gentes, vamos a esbozar lecciones trascendentes que nos deja el caso Sacco y Vanzetti


TABLA DE CONTENIDOS

I. CONTEXTO HISTÓRICO

Sacco y Vanzetti: Contexto histórico
Las imágenes de la ejecución en silla eléctrica han sido tomadas de la película Sacco y Vanzetti, 1971, dirigida por Giuliano Montaldo, con fines ilustrativos, no comerciales.

El jueves 15 de abril de 1920, a media tarde, en South Braintree, condado de Norfolk, estado de Massachusetts (MA), Estados Unidos, ocurrió un robo muy bien planificado y de consecuencias fatales. En los hechos fueron asesinados dos empleados de Slater & Morrill Shoe Company: Frederick Parmenter -pagador- y, Alessandro Berardelli -guardia de seguridad-, quienes trasladaban la nómina y dinero en efectivo para el pago a los trabajadores. Fueron robados 15,776.51 dólares. 

En la zona funcionaban dos empresas de calzado: Rice & Hutchins Inc., y, Slater & Morrill Shoe Company. Los hechos ocurrieron sobre la Pearl Street, entre South Braintree Square e Ivory Street, casi frente a Rice & Hutchins. La nómina había llegado por la mañana a las oficinas administrativas, en Railroad Avenue (actualmente French Avenue); varias personas advirtieron que dos desconocidos y un vehículo merodeaban desde temprano en las cercanías. 

Tres semanas después del crimen, el 5 de mayo de 1920, en Brockton, condado de Plymouth, MA, fueron detenidos Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti, inmigrantes italianos, anarquistas militantes. Fueron procesados, condenados, y, luego de una serie de procedimientos legales, ejecutados en la silla eléctrica, el martes 23 de agosto de 1927. 

Así dio inicio a un debate que perdura al día de hoy, respecto a la lucha por las libertades y la justicia; el caso Sacco y Vanzetti nos deja importantes lecciones y un legado que aún impacta en la sociedad estadounidense y en la conciencia mundial.

Cincuenta años después, en 1977, el Gobernador del Estado de Massachusetts, Michael Dukakis -quien sería candidato a la presidencia de EE. UU en 1988-, emitió una proclamación, declarando que «cualquier estigma y deshonra deben ser eliminados para siempre» de sus nombres. 

Es importante destacar que el robo y asesinatos, así como el arresto de Sacco y Vanzetti, ocurrieron en un ambiente de mucha tensión en los EE. UU. 

Aún eran recientes la Revolución de Octubre en Rusia y la finalización de la Primera Guerra Mundial, y existía una actitud de alerta y de rechazo a las ideas izquierdistas, comunistas, o anarquistas,  y de odio hacia los radicales y hacia los extranjeros. 

Sacco y Vanzetti eran seguidores de  Luigi Galleani, un anarquista italiano que promovía la violencia revolucionaria, quien fue deportado, junto con otros seguidores, en junio de 1919, luego de una serie de acciones terroristas, incluyendo la detonación de bombas. En uno de esos ataques murió un seguidor de Galleani, Carlo Valdinoci, a quien se le asocia con Sacco y Vanzetti. 

En su práctica anarco-comunista, Galleani proclamaba la abolición del Estado y la propiedad privada, el derrocamiento violento del gobierno y las instituciones; era editor de Cronaca Sovversiva (Crónica Subversiva), en la cual llegaron a publicarse manuales para la fabricación de bombas. Sacco y Vanzetti estaban suscritos a dicho periódico, e incluso recaudaban fondos para su publicación. 

Por otra parte, los hechos de Braintree, fueron precedidos por varios crímenes violentos, siendo relevante un intento de robo a la Bridgewater Shoes Corporation, ocurrido en la ciudad de Bridgewater, el 24 de diciembre de 1919, respecto a los cuales existía la hipótesis de que habrían sido cometidos para financiar las acciones violentas de los anarquistas.


II. SEMBLANZAS

Ambos acusados eran italianos, y anarquistas militantes. 

Nicola Sacco era zapatero; nació en 1891, en Torremaggiore, provincia de Foggia, en la región de Apulia (sur de Italia); emigró a los EE. UU. en 1908, a los 17 años.

Bartolomeo Vanzetti era ex panadero y obrero; al momento de su arresto era vendedor de pescado; nació el 11 de julio de 1888 en Villafalletto, provincia de Cuneo, región de Piamonte (norte de Italia); emigró a los EE. UU. también en 1908, a los 20 años.  

La infancia de Vanzetti transcurrió tranquila, viviendo con su familia hasta los 13 años en Villafalletto, una comunidad agrícola, destacando por su rendimiento académico en las escuelas locales, lo cual hizo dudar a su padre sobre si debía permitir que siguiera estudiando o que aprendiera un oficio. Al conocer los bajos salarios de los profesionales, optó porque aprendiera un oficio: panadero. 

Así, trabajó en una pastelería, durante 15 horas diarias. A los 17 años se radicó en Turín, buscando oportunidades laborales. En 1907 regresó a su tierra natal, tras caer enfermo. 

Los meses posteriores serían el período más feliz de su vida en el hogar familiar, pero a la vez de tintes trágicos. Vivió el sufrimiento de su madre, Giovanna, enferma, quien moriría en sus brazos, dejándole un vacío sin fin. Vería también envejecer a Battista, su padre. 

El 9 de julio de 1908 Vanzetti partió hacia América, donde desempeñó diversos trabajos, en varios estados. Al momento de su arresto, trabajaba como vendedor ambulante de pescado en la población de Plymouth, MA. Antes, trabajó en la Cordage Company, en esta misma localidad, teniendo una activa participación en una huelga de obreros cordeleros, por lo cual se le hizo difícil encontrar trabajo en las fábricas.

Ya desde su adolescencia, en Italia, Vanzetti había tenido contacto y simpatía con las ideas socialistas, la cual se fortaleció con los padecimientos en la tierra prometida, y la lectura de obras y escritos de carácter económico, político, social, religioso, y de diverso contenido. Partiendo de esa base se declaró “comunista anárquico”.

Nicola Sacco, al contrario, llegó a América prácticamente ajeno a las ideologías políticas y, si acaso le hubiesen pedido definirse, a ese momento, habría sido republicano. Nació el 23 de abril de 1891 y vivió en el hogar familiar hasta los 17 años, participando en las labores para el sostén del hogar.

Las condiciones de vida, y las expectativas de una nueva vida, lo motivaron a emigrar hacia los EE. UU. Aunque había aprendido un poco de mecánica, pero pronto experimentó la exclusión y la marginación de los extranjeros para el trabajo en las fábricas. 

Luego de varios trabajos, Sacco logró integrarse por varios años a una fábrica de calzado, en Milford, condado de Worcester, MA, en la cual conoció a su esposa Rosina; un período en el cual gozaría de cierta estabilidad y tranquilidad. En esa ciudad procrearon a su primer hijo, Dante. Cuando fue arrestado, su esposa estaba embarazada de su segunda hija, que sería llamada Inés. 

Fue entonces cuando Sacco inició su militancia ideológica y política; se integró a la Federación Socialista Italiana, y realizó tareas organizativas y de activismo por la unidad obrera, hasta definirse como “anarquista”.

Sacco y Vanzetti se conocieron en México, en 1917. En esa época, en Cronaca Sovversiva se llamó a sus seguidores a no registrarse para el servicio militar obligatorio, por lo que que un grupo de anarquistas, entre ellos Sacco y Vanzetti, viajó a dicho país para evadir el reclutamiento, regresando ese mismo año a los EE. UU. Otras referencias afirman que ya antes se habían conocido, en una reunión de militantes anarquistas.


III. EL JUICIO. La lucha por las libertades y la justicia.

Libertades y justicia: El juicio.
En la esquina superior izquierda: «El sitio del robo: justo más allá de la fábrica de zapatos Rice and Hutchins en Pearl Street, South Braintree.». En la esquina inferior izquierda: la ruta de escape, por las vías del tren. Las fotografías de la derecha muestran a Vanzetti y Sacco el día del arresto. Imágenes de carácter ilustrativo, no comercial, publicadas en el sitio en Mass.gov, An Official websites of Commonwealth of Massachusetts.

Inicialmente, la detención de Sacco y Vanzetti, no mostraba indicios de la dimensión y trascendencia que tendría en la lucha por las libertades civiles, por la justicia. Quizá a ese momento ciertamente se trataba de esclarecer un crimen sobre cuya resolución existía mucha presión, aunque la principal hipótesis policial relacionaba a sujetos radicales, como responsables del crimen. 

Tanto la Slater & Morrill Shoe Company como la Bridgewater Shoe Corp., y de igual manera la legislatura estatal, ofrecieron recompensa por información que permitiera resolver el caso y condenar a los culpables.

Las primeras sospechas se enfocaron en el anarquista italiano Mario Buda, sospechoso de participar en varios atentados desde 1917, incluso uno ocurrido en Wall Street en 1920; poco tiempo después regresó definitivamente a Italia. 

El automóvil de Buda se mencionó en el crimen de Braintree. El jefe de policía de Bridgewater, Michael Stewart, fue informado -por previo requerimiento suyo- que cuatro hombres italianos llegaron a traer dicho vehículo, a un taller en el que estaba siendo reparado: Mario Buda (o Mike Boda); Ricardo Orciani; Sacco y Vanzetti. 

El 5 de mayo, por la noche, fueron arrestados Sacco y Vanzetti. Ambos estaban armados, y Sacco portaba un volante relativo a una próxima manifestación de protesta, por la muerte de un anarquista en Nueva York, en la cual Vanzetti sería un orador. Sacco portaba una pistola automática Colt .32 cargada; Vanzetti, un revólver Harrington and Richardson calibre .38 cargado. Buda escapó, y Orciani fue arrestado al día siguiente pero fue liberado al tener coartada.

En realidad, el sospechoso era Buda, a Sacco y Vanzetti no se les buscaba por los crímenes, y su interrogatorio giró en torno a las armas así como sobre su ideología y militancia política. Dada la naturaleza del interrogatorio, y ante el temor de represalias a compañeros y el inicio de procesos de deportación, mintieron sobre sus actividades políticas.

Dos días antes del arresto de Sacco y Vanzetti ocurrió la muerte de Andrea Salcedo, anarquista que se encontraba bajo custodia en una oficina de investigaciones en Nueva York, quien cayó desde una ventana, no se sabe si de manera intencional, dolosa o accidental. Se sospechaba que Salcedo brindó información sobre militantes anarquistas, y se temía el inicio de procesos de deportación, lo cual les habría motivado a mentir durante los interrogatorios. Al parecer, pretendían utilizar el vehículo de Buda para deshacerse de evidencias incriminatorias respecto a las actividades políticas.

Sin embargo, un día después, en un cuestionado procedimiento con testigos y reconstrucción de escenas de crimen, fueron “identificados”: Vanzetti, como autor principal de la tentativa de Bridgewater, y Sacco, como el autor principal del robo y asesinatos de South Braintree. Aún bajo estas condiciones, ningún testigo señaló a Vanzetti como partícipe de los hechos de Braintree. En el caso de Sacco, se cuestionó que el día del atraco de Braintree había pedido permiso en su trabajo, pero se presentó evidencia en el juicio de que estuvo realizando un trámite consular en Boston. 

TRIBUNALES DE PLYMOUTH: EL JUICIO CONTRA VANZETTI POR LA TENTATIVA DE ROBO EN BRIDGEWATER.

El juicio contra Vanzetti por los hechos de Brigewater se ventiló rápidamente, iniciando un mes después de su arresto, con una opinión pública convulsionada y dividida, unos a favor de la inocencia del acusado, y otros en contra de los radicales y extranjeros, y resonaban con fuerza las versiones de participación de italianos en los terribles crímenes de Braintree. Alrededor de tres meses después fue condenado a 15 años de prisión.

Luego de la condena, la defensa solicitó la libertad provisional de Vanzetti, en el período previo a la emisión de la sentencia, y se fijó una fianza. Sin embargo, cuando se pretendió hacer efectiva, la libertad fue denegada, argumentando que existía una investigación “secreta” contra Vanzetti, por los hechos de South Braintree.

TRIBUNALES DE EAST NORFOLK Y PALACIO DE JUSTICIA DEL CONDADO DE NORFOLK, EN DEDHAM. EL JUICIO POR EL ROBO Y ASESINATOS DE SOUTH BRAINTREE.

Sacco compareció primero ante el Tribunal de East Norfolk por el robo y asesinatos, en mayo de 1920. Aunque los testigos que se presentaron no fueron contundentes y unánimes en la identificación, fue enviado ante un Gran Jurado por los homicidios, proceso en el cual ya figuró también Vanzetti como acusado, y el cual se ventiló en los tribunales de Dedham, condado de Norfolk, MA.

Fueron acusados el 14 de septiembre de 1920, y el proceso inició el 21 de mayo de 1921. El juez presidente fue Webster Thayer; Frederick Katzmann fue el Fiscal de Distrito, y Fred Moore fue el abogado defensor principal. Un mes y 15 días después fueron condenados por los asesinatos. 

Antes de emitirse la condena, un recluso llamado Celestino Medeiros (o Madeiros), confesó haber participado en el asalto de South Braintree -ampliaremos sobre esto más adelante-, por lo cual se presentó moción para un nuevo juicio, la cual fue denegada. También la Corte Suprema estatal se negó a revisar el caso. 

Esta situación generó masivas protestas a nivel nacional, al grado que el gobernador Alvan Tufts Fuller nombró un comité para analizar el caso -Comité Lowell- integrado por tres personalidades notables: Lawrence Lowel, Presidente de la Universidad de Harvard; Samuel Stratton, presidente del Instituto Tecnológico de Massachusetts; y, Samuel Stratton, un juez jubilado. Convalidaron las actuaciones y la sentencia, y el gobernador se negó a ejercer su facultad de clemencia.

Caso Sacco y Vanzetti: Trascendencia internacional
Manifestación por la libertad de Sacco y Vanzetti, en Londres, 1921. Imagen de carácter ilustrativo, no comercial, publicada en La Vanguardia. con indicación “dominio público. Artículo: Sacco y Vanzetti, a la silla eléctrica sin presunción de inocencia, por Julián Elliot, el 15 de abril de 2020.

El 23 de agosto de 1927, en la prisión estatal de Charlestown, Sacco y Vanzetti fueron ejecutados. En el mismo acto también fue ejecutado Medeiros (o Madeiros), asestando un duro revés a las aspiraciones de libertad y justicia, que han moldeado desde su esencia a la sociedad norteamericana.

Sacco y Vanzetti: Ejecución de la pena de muerte
Portada de The Boston Daily Globe, del 23 de agosto de 1927, destacando la muerte de Madeiros, Sacco, y Vanzetti. Imagen de carácter ilustrativo, no comercial, publicada en el sitio web «Conversación sobre la Historia», el 12 de diciembre de 2021, en el artículo «Sacco y Vanzetti: significación histórica y proyección artística», de Federico Mare.

A su funeral, realizado el 28 de agosto, acudieron millares de personas. La procesión fúnebre llegó al cementerio de Forest Hills, Boston, donde fueron incinerados. Las cenizas fueron enviadas a sus respectivos lugares de origen, donde fueron enterradas.

El juez Thayer ya antes, en abril de 1920, había presidido un juicio contra otro acusado anarquista:  Segris Zakoff. En ese caso, el jurado emitió veredicto absolutorio, por lo cual Thayer los cuestionó, interrogando respecto a si habían considerado el testimonio de los policías, quienes sostuvieron que Zakoff «les dijo que era bolchevique y que creía en el derrocamiento del Gobierno» «¿cómo llegas al veredicto que anuncias?»

Por su parte, el fiscal de distrito, Frederick Katzmann, basó sus argumentos en el sentimiento patriótico y antiinmigrante, y realizó interrogatorios sobre el viaje a México de los acusados, para la evasión del servicio militar. Aspectos relativos a la ideología y militancia anarquista  que no eran de la esencia de la acusación, privaron sobre bienes supremos por los cuales ha luchado la humanidad: la libertad y la justicia.  

En 1927 el juicio de Sacco y Vanzetti pasó del ámbito penal y local, a ser un caso de resonancia mundial, llegando al interior de los EE. UU. a realizarse atentados terroristas. A las protestas se unieron artistas, escritores, intelectuales, organizaciones de distinta naturaleza. Algunas personalidades incluso fueron detenidas durante las manifestaciones.


IV. LOS CUESTIONAMIENTOS AL JUICIO

LIbertades y justicia: Cuestionamientos al juicio
En la esquina superior izquierda, y a la derecha: fotografías de la supuesta gorra de Sacco, así como de las armas que portaban al momento del arresto y de Bullet III, publicadas respectivamente en los sitios web libcom.org y en Mass.gov, An Official websites of Commonwealth of Massachusetts. En la esquina inferior izquierda: el Palacio de Justicia de Norfolk, en el condado de Dedham, publicada en La Vanguardia. con indicación “dominio público. Artículo: Sacco y Vanzetti, a la silla eléctrica sin presunción de inocencia, por Julián Elliot, el 15 de abril de 2020. Abajo, al centro: Sacco y Vanzetti en prisión, imagen publicada publicada en el sitio web «Conversación sobre la Historia», el 12 de diciembre de 2021, en el artículo «Sacco y Vanzetti: significación histórica y proyección artística», de Federico Mare. Arriba, al centro: Brazalete utilizado por asistentes al funeral de Sacco y Vanzetti, el 28 de agosto de 1927, con la consigna: «¡Recuerda! Justicia crucificada Agosto 22, 1927», publicada en Mass.gov. Imágenes de carácter ilustrativo, no comercial.

LAS EVIDENCIAS Y EL «MIEDO ROJO»

Casi todas las evidencias presentadas fueron desvirtuadas en la Corte, pero fue evidente que la autoridad judicial estaba prejuiciada -la cual prejuició también al jurado- por el origen de los acusados y por su militancia anarquista y su radicalismo. En ese contexto histórico, marcado por el fin de la Primera Guerra Mundial, y la revolución bolchevique, se había desatado el llamado “Miedo” o “Temor Rojo”, que imperó entre 1917 y 1920, motivado principalmente por la influencia de la revolución rusa, en el radicalismo en los EE. UU. 

Ese “Primer miedo rojo” (un segundo período similar se viviría entre 1947 y 1957) se caracterizó por manifestaciones a favor del socialismo a nivel nacional en los EE. UU. sumado al radicalismo anarco-comunista, que ejecutó acciones de carácter terrorista, especialmente la detonación de bombas en contra de instalaciones, funcionarios de gobierno, e incluso personalidades empresariales. Esta situación de temor al avance de las ideas comunistas, y el riesgo para las instituciones y forma de vida estadounidense, generó redadas con matices xenofóbicos, estimulado por la prensa y las huelgas o conflictos laborales, para arrestar, procesar, y deportar, a radicales socialistas y anarco-comunistas, la mayoría de ellos inmigrantes. Los arrestos masivos -llamados «incursiones de Palmer»- ordenados y normalizados por el fiscal general Mitchel Palmer, son ahora recordados con desconcierto y pesadumbre, como un episodio oscuro de ese gran país que son los Estados Unidos, y fortalecen la conciencia sobre la importancia de asegurar la defensa de las libertades y los derechos humanos.

LOS TESTIMONIOS

59 testigos desfilaron por parte de la acusación, y 99 por la defensa. Unos testigos de la acusación declararon haber visto a los acusados por la mañana, merodeando en la escena del crimen, y otros se referían a la comisión de los hechos. Los testigos de la defensa proporcionaron coartadas para los acusados.

Se registraron muchas contradicciones entre testigos presenciales, y aún entre las versiones expresadas por un mismo testigo en la fase inicial de la investigación, y la ofrecida en la etapa final. Seguramente por las inconsistencias y contradicciones en los testimonios, el mismo juez Thayer expresó que  «estos veredictos no se basaron, a mi juicio, en el testimonio de los testigos presenciales…». En realidad, esos testimonios fueron fundamentales para la condena.

En relación a Vanzetti, los testigos de la defensa afirmaron haberlo visto el 15 de abril, en Plymouth, vendiendo pescado. Con respecto a Sacco, es importante detallar que se presentó evidencia de que, alrededor de 45 minutos antes del crimen de South Braintree, se encontraba en Boston tratando de obtener un pasaporte, lo cual fue confirmado por un funcionario del consulado italiano, en forma escrita, ya que al momento del juicio se encontraba en Italia, jubilado, y no compareció físicamente en el juicio.

Hubo testigos que en la fase inicial de la investigación oficial, o en investigaciones privadas, no pudieron identificar a los acusados, o identificaron a otros sujetos -como un tal Tony Palmisano-, pero que más de un año después sí identificaron a Sacco, incluso con detalles de altura, peso, complexión física y hasta el tamaño de la mano, vestimenta, y rasgos de la cara, tamaño de cabello y tipo de peinado, aún cuando solo habrían visto a los hechores a la distancia, por segundos y en movimiento. Hubo testigos que identificaron a los acusados con afirmaciones tales como que «al huir lo hacían como italianos».

LAS INCOHERENCIAS: ARMAS Y MUNICIÓN

Al ser arrestado, Sacco portaba una pistola automática Colt .32, la cual fue sometida a análisis balístico, para determinar si con ella se había disparado el proyectil encontrado en el cuerpo de una de las víctimas (se encontraron dos balas en el cuerpo de Parmenter y cuatro en el de Berardelli). 

De acuerdo a los análisis, cinco de las balas fueron disparadas con pistola calibre .32 con giro a la derecha en el estriado; una fue disparada con pistola del mismo calibre, pero con giro hacia la izquierda, identificada como bala III; en esa época, solo una pistola Colt tenía ese giro inverso, por lo cual se relacionó ese proyectil con la pistola de Sacco.

Según Felix Frankfurter, jurista antes citado, el Capitán William Proctor, experto en balística, concluyó su análisis en sentido negativo, pero el fiscal, con argucias legales, logró que respondiera a la pregunta de si la bala fue disparada por el arma de Sacco, con esta frase: «Mi opinión es que está en condiciones de haber sido disparada por esa pistola». En otras versiones se dice que la afirmación fue: «que es consistente con haber sido disparada con esa pistola». ¿Qué significa «estar en condiciones», o ser «consistente»? Sin duda, es una ambigüedad que lleva a engaño, en perjuicio de los acusados. Posteriormente, el experto diría que «Sí a mí me hubieran preguntado directamente si yo había encontrado pruebas de que esa bala había sido disparada por esa pistola hallada a Sacco, yo habría contestado entonces como lo hago ahora, sin ninguna vacilación que no»; esta aclaración, que por sí sola habría motivado un nuevo juicio, fue incluida en un apelación, que de todas maneras fue desestimada.  

En las pruebas balísticas también participaron el Capitán Charles Van Amburgh de Remington Arms Company en Connecticut, y otro experto de la defensa, pero las conclusiones fueron ambiguas y confusas; las mismas pruebas realizadas han sido señaladas posteriormente como carentes de valor legal por su deficiencia técnica y equipo empleado. Aunque en 1920 ya se contaba con microscopio de comparación, esencial en el análisis balístico, no se utilizó en el caso Sacco y Vanzetti. 

La respuesta de Van Amburgh, en el juicio, denota la vaguedad y carencia de una base técnica certera en el análisis: «Me inclino a creer…que la bala número III fue disparada con esta pistola automática Colt»

Otro experto de la defensa, el Dr. Albert Hamilton, afirmó inicialmente que la bala III no había sido disparada por la pistola Colt de Sacco; en una moción posterior ratificó su dictamen, pero afirmó, con base en nuevas mediciones, que otras tres balas sí fueron disparadas por dicha pistola. También Van Amburgh ratificó su identificación inicial positiva, y agregó que otro proyectil recuperado también provenía de la pistola de Sacco. Es pertinente mencionar que, anteriormente, en otros casos, tanto Van Amburgh como Hamilton, fueron señalados por emitir dictámenes positivos, que luego  fueron desvirtuados por otros expertos.

Esta situación se suma a cuestionamientos sobre la preservación de la cadena de custodia del arma y posible cambio de piezas en las armas, tanto en la de Vanzetti como en la de Colt, posiblemente por un error del mismo Hamilton, lo cual habría sido objeto de investigación.

Cuando el Comité Lowell -integrado por el gobernador Fuller para revisar el caso, poco antes de la ejecución de Sacco y Vanzetti- realizó audiencias, compareció otro experto, el mayor Calvin Goddard, determinando que la bala III, y otro proyectil, fueron disparados por el arma de Sacco; sin embargo, el asistente de Hamilton en aquella moción anterior, profesor Augustus Gill, y quien participó en las pruebas de Goddard, ya no se mostró convencido de sus afirmaciones, y pidió ser separado del caso. Goddard fue cuestionado por errores en otro caso posterior en el cual actuó como experto.

En octubre de 1961 fueron realizadas nuevas pruebas balísticas, en una verificación no oficial, independiente, por las cuales se concluyó que la bala III y otro proyectil recuperado fueron disparados por la pistola de Sacco; sin embargo, subsiste otro señalamiento; la posibilidad de la sustitución de las balas. Y aún más, aún estableciendo que la bala III no fue sustituida, y que efectivamente fue disparada por la pistola de Sacco, ello no da certeza de que este hubiera estado en la escena del tiroteo, ni de que él la hubiera disparado.

LA SUPUESTA GORRA DE SACCO

Un día después de los hechos, en la escena se encontró una gorra con el forro roto. La acusación sostuvo que era parecida a una de Sacco, y que el daño en el forro, se debía a que este la colgaba en un clavo mientras trabajaba. Sin embargo, esta gorra no era del mismo tamaño que otras encontradas en casa del acusado; el jefe policial de Braintree declaró que él rasgó el forro buscando marca de identificación.

LA CONFESIÓN DE MEDEIROS

Celestino Madeiros fue un recluso que, en noviembre de 1925, confesó su participación en los crímenes de South Braintree. Medeiros, originario de las Islas Azores, región autónoma portuguesa, y residente en New Bedford, condado de Bristol, MA, quien cumplía condena por asesinato. De acuerdo a su confesión, el atraco contra los empleados de Slater & Morrill Shoe Company, fue cometido por una reconocida banda delincuencial. 

Ante esta confesión, se presentó moción para un nuevo juicio, al igual que otros recursos; la apelación final fue denegada. La Corte Suprema también denegó la revisión del caso. El 9 de abril de 1927, Sacco y Vanzetti, fueron condenados a muerte. Medeiros también fue condenado a muerte, ya que cuando realizó su confesión, se encontraba recluido por el asesinato de un cajero durante un robo al First National Bank, ocurrido el 1 de noviembre de 1924, delito por el cual fue condenado a muerte.

El 3 de mayo de 1927, Vanzetti dirigió una petición de clemencia al gobernador Fuller -Sacco se negó a firmar-. En la petición Vanzetti afirma que «Por esta causa (anarquismo) estamos satisfechos de sufrir y de morir, pero no por el bajo y grosero crimen de Braintree…Pero crea que nosotros, al hablar así, no queremos de usted piedad u otra cosa que no sea justicia, o que queremos salvar nuestra vida renunciando a nuestros principios o a nuestra dignidad de hombres.». Esta clara disposición a asumir responsabilidad por sus acciones, pero en un marco de tolerancia, de respeto a la legalidad, sigue inspirando a los luchadores por las libertades y la justicia.

Un notable jurista austríaco-estadounidense, Felix Frankfurter, profesor de derecho en la Universidad de Harvard, y quien posteriormente sería Juez Asociado de la Corte Suprema de los EE. UU. se mostró convencido de que la información orientaba a la responsabilidad de la banda de Morelli, a la cual estaba vinculado Medeiros, y no a  Sacco y Vanzetti. Incluso, fustigó la decisión del juez Thayer de negar un segundo juicio, considerando la confesión de Medeiros. Frankfurter escribió: «La opinión del juez Thayer es inigualable, por las discrepancias entre lo que revela el registro y lo que transmite la opinión. Su documento de 25.000 palabras no puede describirse con precisión de otra manera que como un fárrago de citas erróneas, tergiversaciones, supresiones y mutilaciones.»


V. LECCIONES

Sacco y Vanzetti:Lecciones
Arriba, al centro: Monumento Nacional Monte Rushmore, Dakota del Sur, EE. UU. . Imagen de carácter ilustrativo, no comercial. Autor: Samuel Karle. Publicada, para uso gratuito, en el sitio web pexels.com. Abajo, al centro: fragmento de la primera página Constitución de los Estados Unidos de América. Publicada en Wikipedia (Wikimedia Commons), con indicación «Dominio público», detallando como fuente:   Constitutional Convention – U.S. National Archives and Records Administration. A la derecha: Estatua de La Libertad, Nueva York, EE. UU. Imagen de carácter ilustrativo, no comercial. Autora: Reshma Mallecha. Publicada, para uso gratuito, en el sitio web pexels.com. Imágenes de carácter ilustrativo, no comercial
  • La fortaleza de las instituciones, la fuerza del Estado, se basa en el cumplimiento del orden jurídico, en la transparencia, en el respeto a la legalidad, en la aplicación de los principios y valores que sustentan la norma, para lograr la realización de los bienes supremos a los que aspira la humanidad, tales la justicia y las libertades. Cuando el Estado, los operadores y aplicadores de la ley, se alejan de su fiel cumplimiento, el orden social, el sistema normativo, y la convivencia, se debilitan. El Estado mismo se debilita. Y lo sufrimos y lamentamos todos. 
  • Ante la inconsistencia de los testimonios ofrecidos por la acusación, así como la incoherencia y graves, abrumadoras, contradicciones entre estos, y los testimonios presentados por la defensa, resulta incuestionable que, aplicando la sana crítica, una valoración objetiva, por lo menos debió iniciarse un nuevo juicio, para el resguardo de las libertades y de la justicia. 
  • La defensa de las libertades y de la justicia se tornó ilusoria, cuando el juicio no tuvo la intención real de resolver un abominable crimen, el asesinato de dos víctimas inocentes que solo cumplían su trabajo, para el sostén de sus familias, y a quienes merecidamente se les ha colocado una placa conmemorativa. Ni siquiera se pretendía responsabilizar a Sacco y Vanzetti por su militancia anarquista y por los hechos ilegales o violentos que en tal calidad hubiesen cometido. Contrario a los principios que informan el derecho penal, resulta evidente que se pretendía reprimir e infundir miedo a un responsable colectivo y difuso, por ideologías y acciones que se estimaron dañinas para la sociedad y el statu quo. No es posible sacrificar el debido proceso, el ordenamiento jurídico, las libertades civiles, bajo ningún argumento, ni aún el de la seguridad nacional, o, el «miedo rojo», porque en ese sacrificio se quiebra la fortaleza misma del Estado y se altera la convivencia social. La justicia y la libertad no tienen que ver con ideología o colores políticos.
  • Importantes lecciones respecto a la lucha por las libertades y la justicia podemos extraer de la Proclamación del gobernador Dukakis, de las cuales destacamos lo siguiente: 

En el 50° aniversario de la ejecución de Sacco y Vanzetti, 23 de agosto de 1977, el gobernador de Massachusetts, Michael Dukakis, luego de revisar el caso valoró que no tuvieron un juicio justo, y proclamó el 23 de agosto de 1977 como Día en Memoria de Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti. Al respecto, expresó que «La atmósfera de sus juicios y apelaciones estuvo impregnada de prejuicios contra los extranjeros y hostilidad hacia puntos de vista políticos poco ortodoxos…La conducta de muchos de los funcionarios involucrados en el caso arrojó serias dudas sobre su voluntad y capacidad para llevar a cabo el enjuiciamiento y juicio de Sacco y Vanzetti de manera justa e imparcial». Su proclamación fue emitida en inglés e italiano.En la referida proclamación, el gobernador Dukakis también declaró que «cualquier estigma y deshonra deben ser eliminados para siempre de los nombres de Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti, de los nombres de sus familias y descendientes, y por lo tanto, del nombre de la Commonwealth de Massachusetts; y por la presente exhorto a todo el pueblo de Massachusetts a hacer una pausa en sus esfuerzos diarios para reflexionar sobre estos trágicos acontecimientos y extraer de sus lecciones históricas la determinación de prevenir las fuerzas de la intolerancia»

  • La Corte Suprema, de conformidad con la ley de Massachusetts, al conocer las mociones presentadas durante el juicio, se limitó a revisar cuestiones de mero derecho y y a verificar si las denegatorias para un nuevo juicio estaban fundamentadas. Luego de la ejecución de Sacco y Vanzetti, la opinión generalizada, tanto a nivel nacional e internacional, era que se había cometido un error, lo cual motivó que el estado reconsiderara el proceso de apelación en casos de penal capital. 
  • Tres meses después de las ejecuciones, el Consejo Judicial de Massachusetts recomendó nuevas disposiciones, y 12 años después, en 1939, el Gobernador Leverett Saltonstall firmó una ley promulgada por la legislatura, en la cual se establece que siempre que un acusado haya sido condenado por homicidio en primer grado, la Corte Suprema de debe revisar tanto los aspectos jurídicos como la evidencia; puede ordenar un nuevo juicio, o disponer un veredicto de menor grado de culpabilidad «si está convencido de que el veredicto fue contrario a la ley o al peso de la evidencia, o debido a evidencia recientemente descubierta, o por cualquier otra razón que la justicia pueda requerir». Dicha ley, con enmiendas, continúa vigente.

VI. LEGADO. RECONOCIMIENTOS

Sacco y Vanzetti: Legado y reconocimientos
Mural «La Pasión de Sacco y Vanzetti», obra de Ben Shahn, 1967, en la Universidad de Siracusa, estado de Nueva York, EE. UU. Imagen de carácter ilustrativo, no comercial, publicada en el sitio Art & Architecture at Syracuse University, Imagen de carácter ilustrativo, no comercial.

Desde el arresto, juicio, y ejecución de Sacco y Vanzetti, el caso sigue generando apasionados debates, motivando a la reflexión, y modelando de alguna manera el estilo de vida, el pensamiento y la acción en la sociedad norteamericana, tanto en lo relativo a la aplicación de la justicia como en lo que respecta a los derechos y libertades civiles. 

Artistas, intelectuales, escritores, profesionales en diversas ciencias, políticos, organizaciones, siguen siendo conmovidos por el caso, y reaccionando, ya sea a favor, en contra, o de manera neutral o indiferente ante el destino de los acusados. Sin embargo, cualquiera sea la reacción, sus efectos se han traducido en cambios en el sistema legal, en el reconocimiento de que la fortaleza de las instituciones y la integridad del orden jurídico, son fundamentales para afirmar los principios y valores en que se fundamenta la sociedad y la grandeza de los EE. UU. 

Como lo expresó el ex gobernador Dukakis: «El juicio y la ejecución de Sacco y Vanzetti deben servir para recordar a todas las personas civilizadas la constante necesidad de protegerse contra nuestra susceptibilidad a los prejuicios, nuestra intolerancia a las ideas no ortodoxas y nuestra incapacidad para defender los derechos de las personas que son consideradas como extraños entre nosotros…La simple decencia y la compasión, así como el respeto por la verdad y un compromiso duradero con los más altos ideales de nuestra nación, requieren que el destino de Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti sea ponderado por todos los que valoran la tolerancia, la justicia y la comprensión humana»

Destacan los siguientes reconocimientos:
  • En el John Adams Courthouse, Palacio de Justicia de Boston, Massachusetts, en 2007, se instaló una exhibición Sacco and Vanzetti: Justice on Trial, sobre el juicio  y sus consecuencias. 
  • En la Universidad de Siracusa, estado de Nueva York, existe un mural tipo mosaico, llamado «La pasión de Sacco y Vanzetti», que hace referencia al juicio,  elaborado con pinturas de los años 30’s del artista Ben Shahn.
  • En Braintree, Massachusetts, existe un memorial en el lugar de los asesinatos, el cual por una parte  hace referencia al crimen y al juicio, y, por otra, honra la memoria de las víctimas.
  • El 23 de agosto de 1997, el alcalde de la ciudad de Boston, Massachusetts, Thomas Menino, de ascendencia italiana, pronunció un discurso de aceptación del Memorial de Sacco y Vanzetti, un bajorrelieve conmemorativo, obra del artista Gutzon Borglum, ofrecido por la Sociedad Dante Alighieri. Borglum, escultor danés-estadounidense, es el autor de los bustos de cuatro presidentes de los Estados Unidos en el Monte Rushmore. Cuando el presidente Calvin Coolidge inauguró los trabajos en el Monte Rushmore, en 1927, también recibió una petición para la suspensión de la ejecución de Sacco y Vanzetti, la cual denegó, lo que indignó a Borglum, por lo que decidió conmemorar la memoria de los acusados. El presidente Coolidge, a las fechas del crimen de Braintree y los arrestos de Sacco y Vanzetti, era gobernador del estado de Massachusetts, y, en tal calidad, solicitó a la legislatura estatal una recompensa de $25,000 por información que permitiera esclarecer los hechos.
Sacco y Vanzetti: Reconocimientos.
Bajorrelieve de Gutzon Borglum, placa conmemorativa en yeso, develada el 23 de agosto de 1928, en Boston. Imagen de carácter ilustrativo, no comercial, publicada por Inquires, social sciences, art, & humanities, en el artículo Conmemorando a Sacco y Vanzetti en Boston, por Adrienne M. Naylor, con crédito de fotografía para Associated Press
  • La escultura final, en bronce, conmemorativa de Sacco y Vanzetti, fue finalizada en 1930, y fue ofrecida en 1937, 1947, 1957, y luego se perdió el original, hasta que fue recuperado el molde de yeso, que fue aceptado por el alcalde Menino, para luego realizar una fundición en bronce.
  • En la Guerra Civil Española combatió una columna o centuria, denominada Sacco y Vanzetti, la  cual habría salido de Barcelona hacia el frente de Madrid el 7 de septiembre de |936, con dos baterías 10,5 hacia Santa Olalla, Maqueda, Carabanchel, Toledo, Olías del Rey, Mocejón, y Villaluengas. Fue comandada por el anarquista alemán Paul Czakon. Integrada solo por hombres, civiles.
  • Muchos sitios, calles, e instalaciones, han sido denominados Sacco y Vanzetti, especialmente en la antigua URSS e Italia.
  • En el exterior del Tribunal Superior de Norfolk, en 2017, se colocó una placa conmemorativa del juicio contra Sacco y Vanzetti, en el cual se lee «En este histórico Palacio de Justicia se llevó a cabo el juicio de Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti en 1921. Dedicado el 23 de agosto de 2017»
Sacco y Vanzetti: Memorial. Reconocimientos
Placa conmemorativa, en el exterior del Tribunal Superior de Norfolk. Imagen de carácter ilustrativo, no comercial, publicada el sitio web de  Northheastern University (Universidad privada, en Boston, MA).
  • Numerosas películas, documentales, obras de teatro, libros, canciones, han desarrollado la historias de Sacco y Vanzetti, los crímenes, su arresto, su juicio y ejecución, desde que ocurrieron los hechos, hasta la actualidad. También muchos monumentos, obras de arte, siguen siendo inspirados en la memoria de Sacco y Vanzetti, y su legado.
  • Es muy reconocida la película de 1971, Sacco y Vanzetti, dirigida por Giuliano Montaldo. Para esta película Joan Baez interpretó el tema Here’s to you, de su autoría, y música de Ennio Morricone. El actor Riccardo Cucciolla, quien interpretó a Sacco, recibió el premio a la interpretación masculina (Mejor Actor) en el 24° Festival de Cine de Cannes. Una ópera homónima fue producida en 2001, por Anton Coppola, Director de Orquesta, y tío del director de cine Francis Ford Coppola. 
  • En 2006  se produjo un documental sobre el caso, dirigido por Peter Miller, con participación de investigadores e historiadores, en el cual se realizó una revisión y refutación de las evidencias presentadas por la acusación; cartas escritas por Sacco y Vanzetti fueron también leídas. 
  • La letra de la canción «Here’s to You», escrita por Joan Baez, con música de  Ennio Morricone, son solo cuatro frases, que se repiten constantemente, las cuales están inspiradas en declaraciones que habría brindado Vanzetti al periodista Philip Duffield Stong, quien lo visitó en prisión en mayo de 1927.
Vídeo publicado en el canal de YouTube Cinema Hotel Studios @CinemaHotelStudios, el 29 de enero de 2022, con el título Ennio Morricone & Joan Baez ● «Here’s to You (Lyrics Video) ● Sacco & Vanzetti (Original Soundtrack). Se comparte en esta publicación con fines ilustrativos, no comerciales, desde la dirección https://www.youtube.com/watch?v=prJY-zN9DdE
  • El tema «Here’s to You» también fue un símbolo para el movimiento de los derechos humanos en la década de 1970. Se han realizado adaptaciones de esta canción, entre ellas la realizada por Georges Moustaki, con el título «Marche de Sacco et Vanzetti».
  • En cuanto a la producción musical, además del tema Here’s to You, merecen destacarse la canción de 1932 «Sacco, Vanzetti» escrita por Ruth Crawford Seeger, a petición de la Sociedad de Música Contemporánea de Filadelfia; asimismo, la obra de Roger Reynolds, ganador de un premio Pulitzer en música, en 1989, quien puso música a una selección de cartas de Vanzetti (1962/1963). Woody Guthrie, cantante estadounidense de folk, grabó un conjunto de canciones en 1946-1947, conocidas como Ballads of Sacco & Vanzetti, que fueron publicadas en 1960; con un tema de Guthrie cierra el documental de Peter Miller, de 2006. Charles King, cantante estadounidense de folk, compuso en 1977 «Two Good Arms» sobre Sacco y Vanzetti, en el aniversario 50 de su ejecución. 
  • El poema «Están muertos ahora», de John Dos Passos, hace referencia a las ejecuciones de Sacco y Vanzetti. También, hay referencia al caso en su Trilogía de Estados Unidos (década de 1930), en la tercera novela, llamada The Big Money
  • El poema «Legal Midnight Hour», de Carl Sandburg, describe la ejecución de Sacco y Vanzetti. En el poema «Impromptu: The Suckers» William Carlos William cuestiona la justicia, hace una referencia irónica a la Comisión Lowel, a sus integrantes y sus prejuicios, cuestiona las evidencias presentadas en el juicio y la valoración objetiva de las mismas.La poeta estadounidense Edna St. Vincent Millay, quien incluso fue arrestada el 22 de agosto de 1927, un día antes de la ejecución de Sacco y Vanzetti, por participar en protestas, escribió posteriormente a dicho acto un poema denominado «Justicia denegada en Massachusetts». Millay incluso se reunió con el gobernador Fuller para solicitarle que se pospusieran las ejecuciones, y se realizara un nuevo juicio.

fuentes
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